Nueva York.- El Presidente electo Donald Trump llegará a la Casa Blanca con promesas de campaña que apuntan a dar nueva forma a la industria automotriz estadounidense, como prometer atacar las políticas de vehículos eléctricos de la era Biden e imponer aranceles para ampliar el trabajo en las fábricas estadounidenses.
Durante su primer mandato, Trump se interesó particularmente en el negocio automotriz, ya sea reprendiendo a los ejecutivos por fabricar autos en México o extendiendo ramas de olivo, como flexibilizando las regulaciones de eficiencia de combustible.
En la campaña de este año, Trump dijo que utilizaría aranceles para reducir las importaciones y crear empleos de fábrica. También criticó el gasto gubernamental en vehículos eléctricos, generando preocupación entre los ejecutivos automotrices sobre el destino de decenas de miles de millones de dólares en dinero en impuestos federales destinados a apoyar los vehículos eléctricos.Para los compradores de autos, mayores aranceles podrían llevar a precios más altos y un cambio en los tipos de vehículos disponibles en los lotes de autos nuevos, dicen los analistas. Por otro lado, Trump ha propuesto hacer que los préstamos para autos sean deducibles de impuestos para hacerlos más costeables.
Un comodín que eclipsa todo el cambio potencial es Elon Musk, el director ejecutivo de Tesla, quien surgió como uno de los principales asesores y donadores de Trump durante la campaña y fue nombrado por el Presidente electo para ayudar a liderar un esfuerzo para recortar el gasto gubernamental y reestructurar las agencias federales.